Texto y fotografía por Rogelio Rivera Melo.
Una tarde de verano, en Viena, tomé la fotografía de una paraja de recién casados. Debía hacerles llegar una copia, pero el correo electrónico que me dieron estaba equivocado. Quisiera pensar que, usando el gran alcance de las redes sociales, alguien los reconoce y que recibirán esta imagen.
Una tarde de septiembre de 2014, mientras tomaba fotografías en la Heldenplatz de Viena, frente al Museo Nacional de Historia Natural, se me acercó una pareja de recién casados. Me pidieron que les tomara un par de fotos con su teléfono celular. Y como no traían consigo otra cámara también me solicitaron que les tomara un par con la mía.
Después de las fotos, él garabateó su dirección de correo electrónico en un trozo de papel. Yo debía de mandarle las fotos. Pero esa noche, de vuelta a mi hotel, cuando escribí el correo con las imágenes anexas, el sistema me marcó un error. La dirección no existía. Intenté con todas las permutaciones posibles, sin éxito. Defraudado, continúe con mi viaje por Europa y, lo confieso, me olvidé de la pareja.
Hoy, dos años después, mientras revisaba los archivos electrónicos de ese viaje, volví a ver esta imagen. Y quiero que ellos, los recién casados que me pidieron una foto en Viena, la reciban.
Quisiera pensar que, usando el gran alcance de las redes sociales, alguien los reconoce y logremos que se pongan en contacto a fin de recibir el archivo original de las fotos.
¿Será posible lograrlo? ¿Me ayudan compartiendo?
Dicen que las cosas que se hacen en un día 29 de febrero trascienden más allá de los años. Así que… Veremos.
Para cualquier contacto favor de escribir su correo electrónico en los comentarios de este post. Muchas gracias por su colaboración.