Por Rogelio Rivera Melo.
Dicen que si has mirado a los ojos a un tigre, no correrás cuando escuches el rumor de que uno se acerca.
Lo que sabemos de la vida, lo que hemos aprendido, está ahí para ayudar. Se llama experiencia.
Las lecciones no fueron gratuitas. Algunas dolieron, otras dejaron cicatrices, quizá fueron dulces y encantadoras. No las olvides. Son tuyas.
Recuérdalo siempre: Si has mirado a los ojos a un tigre, no correrás cuando escuches el rumor de que uno se acerca.
Tú sabes lo que debes hacer.