Es posible convertir un sentimiento tóxico en un catalizador para el crecimiento.
El fin de semana tuve una plática con mi hijo sobre el amor, las relaciones, la vida y la amistad.
Uno de los temas que salieron a flote fueron los pensamientos tóxicos que pueden destruir una relación – específicamente, hablamos de los celos.
¿Cómo puedes convertir un sentimiento negativo en algo que trabaje a tu favor?
De acuerdo con el capacitador y profesor John Wineland, hay tres cosas que uno puede hacer para transformar los celos en amor, confianza e intimidad (lo mismo aplica para cualquier pensamiento y sentimiento tóxico):
1. Responsabilizarse.
2. Utilizarlo a tu favor.
3. Ponerse en una situación de vulnerabilidad.
Cuando uno lleva a cabo estas tres acciones, los engranajes del pensamiento comienzan a moverse de un modo distinto.
A partir de esta reflexión, puedo escribir – con pleno conocimiento de causa – lo siguiente:
Me hago responsable de lo que siento. Mis sentimientos, buenos o malos, son míos y de nadie más.
Cuando uno acepta y reconoce la individualidad de las sensaciones, se puede identificar las causas que las generan. Al conocer el origen de ellas, se puede apreciar la calidad de la energía que se forma en torno a un sentimiento.
¿Es esa energía positiva o negativa? ¿Me sirve para crecer o impide mi progreso de alguna manera?
La energía negativa provoca un esfuerzo que, la mayoría de las veces, no lleva a ningún punto. ¿Si nos enfocamos en utilizarla para generar algo positivo?
La energía que se crea por un sentimiento – provechoso o tóxico – debería canalizarse hacia la realización de una acción virtuosa, para hacer algo de bien, pues. Aquí entra en juego la ética, lector, lectora. (Por favor, estudien ética, eso NOS va a servir mucho A TODOS en los próximos meses).
Es posible que al hacer las cosas con un bien como finalidad, parezca que quien las realiza se pone a sí mismo en una situación de aparente vulnerabilidad. El verdadero secreto aquí está en saber que se puede obtener mucho más desde una situación de vulnerabilidad honesta que de una superioridad aparente.
Eso es lo que declaro este día. Y como dice mi coach personal: «Cualquier cosa que hagamos hoy, tendrá consecuencias en el futuro«.
Así que ¿porqué no empezar hoy mismo a identificar el origen de todos esos pensamientos que nos impiden ser felices?
Creo que podríamos mejorar un poco como personas si lo hiciéramos así. ¿O no?
Veremos.
Texto por Rogelio Rivera Melo.
24 enero 2018