Por Rogelio Rivera Melo.
La ambición desmedida hace que el camino se torne borroso. Se pierde la ruta cuando quien guía es el ego.
Hoy aprendí que, en ocasiones, el interés que tenemos por lograr que las cosas se hagan a nuestro modo hace que terminemos recorriendo caminos que nos alejan se nuestro objetivo inicial.
La ambición que crece da rienda suelta al ego.
Hay que ser cautelosos con nuestros deseos desmedidos. Si avanzas con cuidado, llegarás a tu destino
#ElAprendizajeDeHoy