Por Rogelio Rivera Melo.
Se pronuncia «Léster City» y los Foxes, su equipo de fútbol, están a punto de lograr una de las hazañas más improbables en el mundo de los deportes.
De los Leicester City Foxes y otras improbabilidades.
El mundo de los deportes se encuentra hoy viviendo una de esas historias que solamente suceden en las películas: En abril de 2015, eran el último lugar de la tabla de posiciones en la Premier League inglesa, pero con una victoria en contra del West Ham United, el 14 de ese mes, lograron mantenerse en la Premier para la siguiente temporada.
Luego, en junio, la directiva contrató a un tal Claudio Ranieri, director técnico italiano que había sido despedido por la Federación Griega de Fútbol después de una mediocre actuación de la selección de ese país. Al contrato se le añadió una claúsula: Ranieri cobraría 150,000 libras por cada posición que superara la 17a. (el límite para evitar el descenso a las divisiones menores). Si ganaban el campeonato, el técnico recibiría 2.5 millones de libras esterlinas.
Hay cosas improbables en la vida: tener un hijo genio (271:1), anotar un hoyo en uno mientras juegas al golf como golfista amateur (3,632:1), que la selección de fútbol de San Marino gane la Copa del Mundo (1000:1)… La probabilidad de Leicester City ganara la Copa de la Premier League (según las casas de apuestas inglesas, especializadas en los momios de esa liga) era de 5000:1.
Pero, de pronto, las estadísticas cambian. Las probabilidades se desmoronan y todo un país – y muchos aficionados al fútbol en el mundo – se vuelven locos con este equipo. Los Foxes están a punto de ganar el campeonato, por primera vez en los 123 años que esa liga tiene de existencia.
Con un plantel sin las estrellas que poseen los equipos más poderosos de la que es considerada la mejor liga de fútbol, los jugadores de Ranieri, comienzan ganando. En la jornada 9, llevaban solamente una derrota, así que el técnico les promete que si ganan, les va a comprar las pizzas. Esa noche cenan a costa del entrenador. Y decidieron seguir ganando.
«Fue una decisión del equipo«, dijo esa noche Riyad Mahrez, el argelino que ha sido declarado el mejor jugador de la Liga en esta temporada.
Jaimie Vardy, el delantero inglés que nadie conocía hasta esta temporada, anotó un gol tras otro. Es el único jugador que ha convertido un gol en once fechas consecutivas. Y que ha puesto a soñar a una ciudad entera.
#backingtheblues se ha puesto de moda en las redes sociales inglesas. Den una vuelta por twitter y verán. Los otros equipos representativos de la ciudad y los seguidores de otros conjuntos de la región – que no pueden competir contra el Chelsea, el Man U, el Man City o el Arsenal – han adoptado a los Foxes como su equipo, al menos por esta temporada: la venta de camisetas de Leicester se ha agotado a nivel mundial. El grupo de rock alternativo Kasabian, originario del lugar, ya organizó un concierto gratuito en el estadio de la ciudad para todos los seguidores (ganen o pierdan). Y la ciudad está pintada de azul, literalmente.
Mañana juegan contra el Manchester United, en el Old Trafford. Y si ganan lograrán algo tan improbable (estadísticamente hablando) como encontrarse de frente con el monstruo del Lago Ness.
Ganen o pierdan los Foxes el campeonato, piénsalo de nuevo cuando creas que algo es imposible.
Veremos.