Por Rogelio Rivera Melo.
Cada uno de nosotros está en búsqueda de algo. Que nunca se termine la intención de encontrarlo…
Búsqueda.
Nuestra existencia está definida no por lo que tenemos, ni por lo que dejamos de tener, sino por esas cosas que buscamos.
Ahab no era famoso por los cetáceos que había desollado; su renombre lo obtenía de su ansía por encontrar a su ballena. Él no quería otra.
Dichoso el capitán del Pequod que conocía bien el objetivo de sus travesías. Aún sabiendo que al encontrarlo, su existencia dejaría de tener algún sentido.
Afortunada es aquella alma que reconoce que la vida es una sucesión de búsquedas y hallazgos. Vanos. Inanes. Magníficos. Épicos.
La mayor virtud a la que se puede aspirar como humano es aprender a nunca abandonar la búsqueda de las pequeñas cosas, aún cuando se encuentren las grandes respuestas.
Todos somos avatares de aquello que estamos buscando.
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Este texto fue escrito en el marco del reto de Escritura Creativa del Reto del Mes: Septiembre.