Poseedor de la fortaleza del caballo y el poder del águila, el Pegaso simboliza la libertad sin límites; la posibilidad de elevarse por encima de las ataduras y emprender aventuras en tierras lejanas.
Pegasos, el caballo alado, nació del cuello de la gorgona Medusa cuando ésta fue decapitada por Perseo.
Belerofonte lo recibió como un regalo de su padre, Poseidón, para que lo ayudara a vencer a la Quimera.
Después de la batalla, Pegasos se elevó hacia el Olimpo para convertirse en el portador de los rayos de Zeus.
Los griegos inmortalizaron a Pegasos con la constelación que lleva su nombre y que aparece al inicio de cada primavera.
No cualquier jinete puede domar a Pegasos. No cualquiera tiene la fortaleza para obtener la libertad de una vida sin ataduras, sin remordimientos de ningún tipo. No cualquiera disfruta gozando de esta libertad.
Si alguna vez observas a Pegasos, acércate confiado. El miedo lo aleja. Habla con él de los sueños y las posibilidades. Quizá te ofrezca un paseo. Y si lo hace, no lo rechaces. Nadie sabe la clase de aventuras que se pueden vivir en los lomos de un caballo alado.
Veremos.