El Reto de 30 días para julio de 2017 se llama Cine y Letras.
26 de Julio. La película de la lista es «The Mission», de Roland Joffé.
En 1997 llegamos a un caserío ubicado en lo profundo de la sierra del estado de Guerrero, uno de los lugares más pobres de mi país. Íbamos a «ayudar» a la comunidad, removiendo los escombros que había dejado semanas antes el huracán Paulina, reconstruyendo casas, dando consultas médicas y atención gratuita de peluquería y servicio social.
El lugar era hermoso. Una selva permanente, la vista a la montaña por las mañanas, con la bruma levantándose hasta perderse en el infinito y allá, a lo lejos, el océano Pacífico. Pocas veces he estado en lugares más bellos. Pero la gente es orgullosa – y con razón. Sobreviven con muy poco, están muy bien organizados y no les gusta la ayuda externa.
«Ustedes creen que con venir un par de semanas a ‘ayudar’ son mejores humanos», me dijo uno de los habitantes. «Ni siquiera comprenden las implicaciones y los riesgos de vivir aquí. No necesitamos de ustedes para nada».
Y por primera vez en mi vida comprendí que la ayuda que uno puede ofrecer, a veces no es requerida, ni deseada. Lo que para mi es ‘bueno’ puede tener un significado radicalmente opuesto para cualquier otra persona.
‘La salvación’ no es necesaria para gente que no necesita ser salvada. Ni para quien no desea serlo.
En esa ocasión solamente me faltó el oboe de Morricone para llegar a una epifanía: La vida no es igual para todos. No es lo mismo para el Rodrigo, guerrero arrepentido, que para el Gabriel, sacerdote piadoso, que para los guaranís o para los habitantes de la sierra de Guerrero, o para mi.
«La Misión«, de Roland Joffé, es la disyuntiva entre elegir la oración y la espada. No hay mucha diferencia entre el activismo, la búsqueda de redención, el sentimiento de culpa y el altruismo. Cada uno tiene caminos ocultos, senderos solamente conocidos para aquellos que los recorren.
Con el paso del tiempo se aprende que hay cosas que están mejor del modo en que son. No se puede cambiar el salir de la luna. Uno no puede salvar a nadie que no sea uno mismo. No se puede ayudar a nadie que no quiera ser ayudado.
De los demás no se debe intentar cambiar la cultura. Las creencias. La vida. Las decisiones.
Cada quien puede decidir, ¿o no?
Veremos
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Texto por Rogelio Rivera Melo.
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