Han pasado 50 años desde que se publicó «Cien años de soledad» del colombiano Gabriel García Márquez. Y desde entonces la literatura iberoamericana jamás volvió a ser la misma.
«Esa noche, la guardia derribó a Mauricio Babilonia cuando levantaba las tejas para entrar al baño donde Meme lo esperaba, desnuda y temblando de amor entre los alacranes y las mariposas, como lo había hecho todas las noches de los últimos meses. Un proyectil incrustado en la columna vertebral lo redujo a cama por el resto de su vida. Murió de viejo en la soledad, sin un quejido, sin una protesta, sin una sola tentativa de incidencia, atormentado por los recuerdos y por las mariposas amarillas que no le concedieron un instante de paz, y públicamente repudiado como ladrón de gallinas.»
Fragmento de «Cien años de soledad», una novela bellísima que todos los latinoamericanos deberíamos leer al menos una vez en la vida. Aún cuando, en lo personal, creo que no es lo mejor de Gabriel García Márquez.
Gracias, Gabo.