Por Rocío Sánchez.
Pocas cosas hay en el mundo que pongan a sudar más a los padres que la preocupación por el inicio de la vida sexual de sus hijos o hijas adolescentes. Aunque ¿quiere saber algo?
Los muchachos de hoy no creen que sus papás estén preocupados por esto. Es más, los ven como una fuente confiable de información sobre sexualidad, cosa que no sucedía hace un par de generaciones. Todo esto lo sé porque acudí a la presentación del estudio Conocimiento, actitud y práctica de anticoncepción en adolescentes mexicanos, realizado por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam). No es la primera encuesta que se hace sobre el tema, pero sí tiene una importante característica: tomó en cuenta a la población a partir de los 10 años y hasta los 19, que es el segmento de edades que la Organización Mundial de la Salud considera oficialmente como adolescencia.
Podemos entrar en un importante debate sobre si alguien de 10 años de edad puede o no estar apto para iniciar su vida sexual consciente y responsablemente. Algunos especialistas, como la doctora Raffaela Schiavon, presidente de la organización civil Ipas México, afirman que cualquier contacto erótico con un niño o niña de esta edad es un abuso sexual. Sin embargo, mi punto aquí es que el ampliar la población estudiada hasta esas edades permitió hacer hallazgos interesantes. Por ejemplo, casi tres cuartas partes de las jóvenes encuestadas (72 por ciento) comenzaron a menstruar entre los 10 y los 12 años, lo cual indica que la pubertad está llegando antes de lo que creíamos (o de lo que nos habían enseñado en la escuela).
Además, de todas las entrevistadas, sólo el diez por ciento había estado embarazada alguna vez, pero casi un cuarto de ellas (23 por ciento) lo había estado antes de cumplir los 14 años. La mala noticia para los padres “conchudos” es que ya no podemos culpar de los embarazos inesperados a los medios de comunicación. A diferencia de encuestas anteriores, los jóvenes actuales ya no ven a la televisión como principal fuente de información. Ni siquiera la Internet figura entre sus informantes primarios. Vamos, ya ni los amigotes son los que les meten ideas en la cabeza a nuestros hijitos.
Hoy por hoy son los profesores, los padres y los médicos, en ese orden, las principales fuentes de información sobre sexualidad que señalan los más de seis mil adolescentes entrevistados. Con o sin educación sexual formal, con o sin televisión e Internet, la edad promedio de iniciación sexual no ha variado. Al menos así lo señalan las encuestas. En este estudio se encontró que es a los 15 años que hombres y mujeres por igual experimentan sus primeros encuentros sexuales, lo cual podría no ser lo deseable para muchos padres, pero es una realidad ante la que no podemos cerrar los ojos.
Y una de las mejores formas de no cerrar los ojos es tener a la mano información actualizada sobre anticonceptivos. Cuando yo era adolescente no existía ni el implante subdérmico ni el anillo vaginal ni los parches ni los DIU para mujeres que no hubieran tenido hijos. Hoy podemos elegir entre un montón de opciones según las necesidades y estilo de vida de cada quien. Como decía alguna campaña de educación sexual, no es “darles permiso”, es protegerlos para que corran la menor cantidad de riesgos posible.
En la presentación me enteré de que prácticamente ningún anticonceptivo está contraindicado para los adolescentes, pues se trata, en general, de una población sana y yo diría que queremos que se mantenga así, tanto física como emocionalmente.
Artículo publicado originalmente en la columna semanal «Leyendas Sexuales», de la http://revistacambio.mx/

Pingback: Bienvenida, Rocío. | Heroísmo Agonizante 101 (Sólo para principiantes)