Chernobyl: el costo de las mentiras.

Si no han visto «Chernobyl», la serie de HBO sobre la explosión del reactor nuclear soviético en 1986, tienen que hacerlo. No se van a arrepentir.

«Chernobyl» es una gran historia de todo lo que representa ser humano: avaricia, corrupción, locura, heroísmo, humanidad y redención. Todo enmarcado en la catástrofe nuclear soviética en uno de los puntos más álgidos de la Guerra Fría, lo que exacerba aún más el alcance de las decisiones éticas y morales que debieron de tomarse.

No le vi un solo defecto a la historia, a la producción, a las actuaciones y a las lecciones que me deja.

La más importante: La verdad siempre saldrá a la luz, de uno u otro modo.

Aunque para ello se requiera una alta dosis de radiación.

“¿Cuál es el costo de las mentiras? No es que las confundamos con la verdad. El peligro real es que si escuchamos suficientes mentiras, no podremos reconocer la verdad. ¿Qué podemos hacer entonces? ¿Qué nos queda sino abandonar incluso la esperanza de la verdad y en su lugar conformarnos con historias? En esas historias, no importa quiénes son los héroes. Todo lo que queremos saber es ¿a quién culpamos? … Lo que importa es que, para ellos, se haya hecho justicia. Porque, para ellos el mundo es un lugar lleno de cordura. No hubo cordura alguna en lo de Chernóbil. Lo que pasó ahí, incluso todas las cosas buenas que hicimos, todo eso… todo eso… fue una locura. Bien, les he dicho todo lo que sé. Por supuesto que lo van a negar. Siempre lo hacen. Pero sé que intentarás hacerlo lo mejor que puedas».

Las cintas de Valery Legasov sobre Chernóbil. 1988.

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