
No envidies tú al rico.
Él no sabe nada
ni del amor ni del respeto.
Todo lo que tiene es alquilado.
No envidies al poderoso.
Ni que explote, ni que ordene.
No envidies al famoso.
Él siente pena porque sabe
que su gloria es lo que la gente ama.
No a él, que en sufrimientos
consiguió su fama.
Para dos recién casados
hay amor y concordia,
un Edén, pero en el fondo
también hay discordia.
No envidies tú a nadie,
Mira en torno tuyo.
Verás que no hay en la tierra paraíso,
ni un cielo que no sea el tuyo.