Por Rogelio Rivera Melo
Tomé un curso en la ONU sobre género y sexualidad. Aquí hay cinco cosas que quiero compartir con ustedes sobre el tema. Y es que saberlas nos ahorraría, a todos, muchos problemas y malos entendidos.
«Trabajar con un contingente de Fuerzas de Paz de la ONU en un área de conflicto internacional» está en el número 3 de mi lista de 100 COSAS QUE DEBO HACER ANTES DE MORIR. Pero mientras me llaman para irme con los Cascos Azules, decidí empezar a prepararme. Hoy terminé el primer módulo del Curso I Know Gender: An Introduction to Gender Equality for UN staff, impartido por el Centro de Capacitación de UNWomen, la entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.
Aunque el curso es un requisito obligatorio para toda persona que labore (o quiera laborar) en la Organización de las Naciones Unidas, quiero compartir con ustedes cinco cosas que considero que TODO SER HUMANO debería saber sobre el tema. Sobre todo porque nos ahorraría muchos problemas y malos entendidos a la hora de platicar de esas cosas tan sensibles – y escabrosas para varios – como lo son Sexo, Género y Sexualidad.
En el curso aprendí que cada persona tiene un sexo, un género y una identidad de género. Estos tres aspectos son diferentes entre sí, pero están muy relacionados.
El sexo se refiere a la suma de características biológicas que determinan si un individuo es hombre, mujer o intersexual.
El género se refiere a los roles, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad, en un determinado espacio temporal, considera apropiado para los hombres o mujeres. El género se refiere a las relaciones entre hombres y entre mujeres. Estos atributos y relaciones son construidos y aprendidos por la educación y el entorno social. El género es específico a un contexto espacio-temporal y puede cambiar. Determina lo que se espera, se permite y se valora en un hombre o una mujer en un contexto determinado que incluye sociedad, cultura, clase, raza, nivel económico, grupo étnico, orientación sexual y edad, entre otros.
La identidad de género se refiere a la experiencia innata, interna e individual de cada persona en relación al género. Puede corresponder o no a la fisiología del individuo o al sexo designado que se tiene al nacer. Incluye la percepción personal del cuerpo y puede involucrar la libre elección para modificar la apariencia o función corporal a través de medios médicos y quirúrgicos, así como para adoptar otras expresiones de género como vestido, discurso y actitudes.
La sexualidad y la orientación sexual son otras características individuales que poseemos todos los humanos y que se encuentran relacionadas con los tres términos anteriores.
La sexualidad se refiere a las nociones culturales de los placeres fisiológicos, así como a los intercambios sociales que involucren al cuerpo individual, como el erotismo, el deseo y el afecto, también involucra nociones de salud y reproducción. Incluye comportamientos sexuales y la decisión personal de como se expresa una persona como hombre o como mujer.
La orientación sexual es la capacidad de sentir atracción sexual, emocional o afecto hacia individuos de un sexo y/o género igual o diferente al propio, así como para mantener relaciones íntimas y sexuales con individuos de un sexo y/o género igual o diferente al propio.
Y lo más importante de todo el asunto es que cada persona, independientemente de todo lo anterior, sigue teniendo los mismos derechos que cada una de las otras.
Así que dejémonos de confusiones:
Independientemente de su sexo y las convenciones de género existentes en el entorno en que vive, toda persona es libre para elegir la identidad de género que desee y vivir su sexualidad de acuerdo a la orientación sexual de su preferencia. Y nadie puede quitarle, anularle, cuestionarle o reprocharle el derecho que se tiene a esa elección. Nadie.
¡¿Verdad que es bien fácil?! Anden… No está por demás aplicar lo que se aprende por ahí.
Veremos.
Yo también soy el que soy. 
Heroísmo Agonizante 101 (Sólo para principiantes) 