A mi no me gusta estar equivocado. ¿Y a ti?
En una cena a la que asistí, la conversación giró en torno a las relaciones que uno mantiene en la vida. De pronto una persona dijo que la mayoría de sus problemas se iniciaban por no aceptar ante los demás que estaba equivocada, incluso cuando sabía que no estaba en lo correcto.
Lo acepto. Me identifiqué con ella de inmediato. A mi no me gusta estar equivocado. Y ahora que lo pienso, creo que a nadie le gusta sentirse en la parte negativa de la escala de lo que es correcto y lo que no lo es.
Analizando lo anterior me doy cuenta que uno no puede estar en lo correcto todo el tiempo sobre todos los temas. Es imposible. Fin.
Ahora, muchos intentamos – por ego, por estatus, por apariencia y muchos motivos (la mayoría imbéciles) más – siempre estar en lo correcto. Y si estamos equivocados, no lo aceptamos. Así.
Mucha gente ha estado equivocada en la historia. Se han dictado leyes en base a esas equivocaciones. Se ha mantenido un status quo por esas falacias. PERO TODO ESO HA SIDO UN ERROR, UNA EQUIVOCACIÓN.
Y para intentar demostrar que NO ESTAMOS EQUIVOCADOS hacemos – y decimos – un sinnúmero de estupideces para tratar de ocultar nuestra equivocación. Queremos estar en lo correcto pasando por encima de los demás, a costa de la decencia humana básica.
Intentar estar siempre en lo correcto nos convierte en monstruos.
El Dr. Wayne Dyer escribió que siempre que tengas que escoger entre estar en lo correcto y ser un ser humano decente, siempre se debe elegir la decencia.
Y de eso se trata la tarea de hoy.
DÍA 7 del RETO DE FEBRERO 2018
La tarea del día:
Cuando sienta que tengo que demostrar que estoy en lo correcto acerca de algo, debo recordar que aunque mi opinión es importante, no es la única. Y que quizá esté equivocado. Entablar una conversación empática y una relación sana es más importante que estar en lo correcto.
Veremos (sabiendo que lo que veamos no es garantía para que nuestras opiniones sean correctas).