El 12 de septiembre es el día del historiador.
Si usted conoce a alguien apasionado por la historia, con la capacidad de leer tratados arcaicos sobre naciones que ya no existen, con el ánimo moral para gastar en libros viejos más dinero de lo que gana sin quejarse por ello, abrácelo.
También puede decirle que todo estará bien, pero eso será mera cortesía.
Un verdadero historiador ya sabe que la historia es cíclica y que la época actual está en la parte inferior de esa rueda de la fortuna que es el conjunto de los tiempos.
De todas maneras, si conoce a un historiador, dígale que le estima tanto como un buen libro de Ian Kershaw, una reseña de Hugh Sebag-Montefiori o una compilación de León Portilla. Él comprenderá.
Feliz día del Historiador.
Veremos.