«…la guerra ya no forma parte legítima de la vida política de un país. Puede que sea una parte existencial de una nación… [pero] ya no es posible argumentar que la guerra es la única defensa legítima del honor o de los intereses de una nación…»
Jay Winter, profesor de Historia en Yale.

Amapolas sobre los caídos. Foto: Monash University.
Terminé el curso «World War 1: A History in 100 Stories» de la Monash University de Sydney, Australia, dirigido por el Profesor Bruce Scates. Solamente me sirvió para darme cuenta que hay tanto que aprender aún.
La Primera Guerra Mundial ha sido uno de los conflictos más mortíferos en la historia, pero los motivos por los que inició y por los cuales lo que parecía una rencilla nacionalista de poca importancia se convirtió en una masacre internacional aún son poco comprendidos. Este conflicto marcó la entrada de lleno a la época industrial: la matanza humana se volvió el negocio redituable que sigue dando ganancias hasta estos días.
Han pasado 102 años desde que comenzaron las hostilidades entre el Imperio Austro-Húngaro y la Entente, pero el análisis historiográfico de la situación geopolítica que resultó continúa modificando la estructura regional de Europa, Medio Oriente, África y Asia. Aunque la guerra terminó en 1918, cualquiera que vea las noticias sobre los campos de refugiados en Siria debe saber que están localizados en exactamente los mismos lugares que ocuparon los refugiados sobrevivientes del genocidio de armenios hace 100 años.
De una manera u otra, la Gran Guerra es una pesadilla histórica recurrente que no ha terminado de vivirse.
Uno de los ponentes principales del curso fue el historiador Jay Winter, académico en el departamento de Historia de la Universidad de Yale.
En el discurso de presentación del libro World War 1: A History in 100 Stories, mismo que sirvió para dirigir el curso, el profesor Winter hizo referencia a la manera en que el estudio de la historia ha ido evolucionando gracias a la participación de actores externos y menciona cuál debería ser el futuro de la Historia.
«… la presentación de [World War 1: A History in 100 Stories] es lo que exactamente el futuro de la historia debería ser…Y hay tres razones por las que digo esto. La primera es que es una presentación colectiva. Los historiadores, por todo un siglo, nos hemos quedado atrás de los físicos, ya que tenemos la obsesión con la voz de autoridad individual. Uno tiene que tener el pelo gris para escribir algo con otros, o para producir un curso y tener los créditos para obtener trabajos y ascensos laborales… La segunda razón es lo que llamo la historia pública. Todos estamos en ella. Es la historia que pasa tanto dentro como fuera de la academia. Ese es el futuro de la profesión, porque si no ponemos un pie fuera del sector académico, hay muchas personas que están esperando tomar nuestro lugar y hablar sobre la guerra de muchas maneras. La tercera razón… es que presenta un cambio visual en la historia cultural. Después de 50 años como maestro y escritor, he llegado a la conclusión de lo que aquello que la gente puede ver es mucho más importante que lo que llega a leer».
«Uno de los mayores logros de «World War One: A History and 100 Stories» es que hace que el estudio de la historia llegue hasta los niveles más bajos, con las palabras de aquellos que que lucharon y sufrieron, de aquellos que soportaron la guerra y sus consecuencias, hasta el punto de vista local, mundano y ordinario en el que todos nosotros vivimos. A menudo, los historiadores hacemos que las grandes palabras signifiquen grandes cosas. Pero, a veces, las grandes palabras significan cosas pequeñas, y no por eso menos poderosas o menos atractivas».
El curso, de 5 semanas, tocó temas como la situación política mundial que generó la guerra y las complicaciones a las que el propio conflicto dio inicio – mismas que desencadenarían otra guerra mundial en menos 30 años.
También se analizó la actuación de las mujeres en el campo de batalla y la importancia que tuvieron para la economía y la manutención en el llamado «Home Front», el trabajo no pagado y la inequidad, y cómo éstas mujeres, al terminar la guerra dieron inicio a los primeros movimientos feministas.
En el curso se incluyeron la multiculturalidad de los combatientes y el problema de la integración de los veteranos a la sociedad civil después de que terminara el conflicto, así como el modo en que éste afecto a las familias y a la economía en los países y poblaciones que enviaron combatientes a la batalla.
Un curso completo, interesante y gratuito.
Para ver la presentación del libro y del curso vayan al siguiente link:
https://www.futurelearn.com/courses/ww1-stories/3/steps/79031
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