Por Rogelio Rivera Melo
Hacerte estas preguntas te permite hacer una evaluación veraz de los riesgos a los que te enfrentas sin caer en una paranoia sin fin. O en una indolencia mortal.
En los últimos posts de Heroísmo Agonizante 101 escribí sobre la necesidad de seguridad que todos tenemos. También se señaló la aplicación de la «conciencia del entorno» como la principal medida a adoptar para mantenernos en un ambiente lo más libre de peligros y riesgos.
Quisiera, lector, lectora, recordarte que la decisión de mantener un entorno seguro es una decisión personal. Si tienes interés en aprender a vivir manteniendo una actitud práctica y proactiva, a continuación te explicaré en qué consiste obtener una conciencia del entorno en tu vida personal.
Todos vivimos con miedo a un asalto, secuestro, extorsión o a las acciones violentas (accidentes, incidentes o percances) que nos pueden suceder en la vida. Mantener una conciencia del entorno te permite hacer una evaluación veraz de los riesgos a los que te enfrentas sin caer en una paranoia sin fin. O en una indolencia mortal.
Por ejemplo, una mujer que va a un centro comercial con sus hijos tendrá que adoptar medidas de protección de acuerdo a esa circunstancia. Un hombre mayor que vive sin acompañantes tiene que considerar los riesgos que entraña vivir en solitario – que son distintos a los que se enfrenta un joven que vive con su familia o amigos.
Para lograr incorporar la conciencia del entorno, hay que tener en cuenta que cada situación es personal y diferente. El sexo, el género, la edad, tus actividades cotidianas, la frecuencia con la que sales, los lugares que visitas y el trabajo que realizas son los parámetros que debes considerar para determinar cuáles son tus principales vulnerabilidades y poder adoptar medidas para disminuirlas.
¿Conoces cuáles son los delitos más frecuentes en la zona donde vives? ¿Qué accidentes o desastres naturales pueden ocurrir? ¿Has pensado en los incidentes que podrías tener en tu lugar de trabajo? ¿Qué riesgos corres cuando sales sin compañía, con tu familia, con tus amistades?
Si comienzas a hacerte estas preguntas en tu día a día, irás comprendiendo cada vez mejor las interacciones del entorno con tu vida. La mayor ganancia que obtienes con esta comprensión es la posibilidad de previsión y defensa.
Como en cualquier situación en la que pretendemos un cambio de conducta, es necesario adoptar hábitos a través de una disciplina personal. Es difícil y complicado al inicio, pero si logras incorporarlos a tu vida diaria, empezarás a verla de otra manera. Y a vivir de una manera más segura.
¿Qué dices? ¿Lo intentamos?
Veremos.
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La actividad de hoy: Contesta las dos preguntas que hacemos en el texto. Escribe tus respuestas en los comentarios. #QueremosSaber
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