La Retórica de lo Trivial XCII Por Rogelio Rivera Melo
Ayer, 24 de Julio de 2013, a las 8:41 de la noche, en Santiago de Compostela, España, los trece vagones del tren Alvia, en trayecto entre Madrid y Ferrol, sufrieron un descarrilamiento que ha dejado decenas de muerto y heridos.
Las muestras de solidaridad y heroísmo no se hicieron esperar por parte de los españoles. Sin más equipo que sus manos, los vecinos comenzaron con el rescate, ofreciendo mantas, cuidados y fuerza a las víctimas.
Los bomberos que estaban en paro, volvieron a sus labores para ayudar. Las personas abarrotaron las salas de donación de sangre de las clínicas y hospitales. Toda España, que se encuentra atravesando una crisis económica y política sin precedentes, se volcó a auxiliar a los afectados, mostrando lo que significa «ser humano».
En palabras de Maria, «En ese tren iba toda España». Lo hemos visto en todo el mundo. Que los hermanos y hermanas ibéricos son héroes. Todos y todas.
Estamos con ustedes. Mandamos nuestros pensamientos y nuestro corazón hasta allá.
Gracias por demostrarnos, una vez más, que el heroísmo está agonizante, pero no muerto.


En otras circunstancias te haría algún comentario bien construido que diera colofón y agradecimiento a tus palabras. Pero hoy no, Roy. Hoy no puedo, porque tengo el corazón descarrilado, empotrado contra un talud, envuelto en un amasijo de hierros, sangrando, devastado. Solamente acierto a decir que admiro a quienes han dejado a un lado todos sus problemas para ayudar a las víctimas. Mi país lo tiene todo en crisis. Todo, excepto la solidaridad.
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¡FUERZA GALICIA! Estamos con ustedes. Nuestro corazón, nuestro pensamiento. España es mucho más grande que aquello que hace sangrar la carne. Un abrazo solidario en estos momentos, Sú. A todos.
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Gracias por incluir este texto.
Yo también me uno a ti: ¡Fuerza, Galicia!
Un fuerte abrazo,
Jesús
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