La Retórica de lo Trivial CII Por Rogelio Rivera Melo
Desconfío sobremanera de las personas que creen que «matrimonio» y «felicidad» son sinónimos, o de los que piensan que «soltería» y «libertad» sean equivalencias.
Ser felices. No queda de otra.
Ya que estamos encaminados, tampoco «riqueza» es «productividad», ni «educación» significa «éxito». «Ir a la iglesia» no significa «ser piadoso», ni «estar en contra de algo» significa «estar cerrado a otras ideas».
La felicidad no está subordinada al estado civil, ni a la posición social, educación, postura política o creencia religiosa. La verdadera felicidad tampoco es un bien de consumo.
Amig@s, las únicas verdades absolutas en nuestra vida son:
1. Ocupamos un espacio (reducido) y un tiempo (finito) en el universo, y
2. Cada uno de nosotros es un ser único.
Conociendo esas dos premisas – nuestra mortalidad e irrepetibilidad – realmente ¿tenemos otros motivos para no ser felices?
En este mundo, no queda de otra. DEBEMOS SER FELICES.
Veremos.