La Retórica de lo Trivial XXII
Pan y circo (aunque creo que el panadero renunció).
Advierto con tiempo… si usted, lector, lectora, siente que este texto se siente forzado. Tiene razón… Todo este embrollo de “Debate o Futbol” me ha dejado con un tipo de anestesia mental.
Vivimos en un mundo de tendencias, y lo que está de moda hoy, en México, es “EL DEBATE” que se llevará a cabo entre los candidatos a presidente. Es el suceso que todos esperamos. En él veremos de qué cuero salen más correas y quien es el mejor capacitado para gobernar, por seis años, a la totalidad de los mexicanos. Pero por otro lado, también, y de acuerdo con la misma tradición, lo de hoy es “LA LIGUILLA”, con sus super-equipos de alto nivel que buscan ser el campeón del torneo nacional.
Esta situación de dualidad – y si… ya sé que a TODOS los mexicanos nos gusta el futbol y a TODOS nos apasiona la política – se ve obstaculizada por un ligero problema… ambos se llevarán a cabo a la misma hora… ¡Que difícil ser un buen ciudadano en este país! (Disculpe usted si el sarcasmo no es tan evidente en el párrafo que acabo de escribir).
Este hecho, esta situación ya ha causado, de entrada, un debate per se. Y se convierte en algo que, para variar, polariza a los mexicanos… que si está bien, que si está mal, que si la Femexfut, que si el Morelia, que si los dueños de las televisoras, que si el IFE, que si lo vas a ver o que si no… Y así el debate entre los votantes mexicanos inicia una semana antes que el de los candidatos… (Imagino que ellos –los candidatos- no están tan preocupados por el tema).
“Debatir”, de acuerdo con la definición que manifiesta el Diccionario de la Lengua Española, es discutir, contender, luchar o combatir… Y, no debería decir esto, pero personalmente ya estoy harto de luchar.
Si este sexenio nos ha dejado algo es, primero, el conocimiento de una situación que anteriormente no existía en México, una lucha armada en gran parte del territorio. Ahora estamos inmersos en un campo de batalla. Real, con balas y todo. Segundo, una separación político-ideológica que raya en el fanatismo por parte de los seguidores de algunos políticos. Más lucha, que si no es tan violenta, es igual de encarnizada.
Y si a lo anterior le aunamos que muchos quieren ver el debate para ver como “despedazan”, “se comen vivo”, “hacen trizas” a uno u otro candidato (así se percibe en las redes sociales, eh) creo que lo hacen más como aficionados al circo romano que como ciudadanos interesados en el devenir político de nuestro país.
En realidad espero que el famoso debate sirva, al menos, para escuchar las propuestas y las estrategias que utilizarán quienes estén presentes. Porque, hasta ahora, todos han mencionado muchas culpas que pagar, muchos compromisos sin cumplir, muchos muertos en el armario. Ya mucha mierda ha volado entre ellos. Entre la necedad, el protagonismo, la opacidad, y el desconocimiento de cada uno de los candidatos, me siento tentado a preguntar: “¿en realidad este debate será un ejercicio de democracia? O simplemente quedará en un fútil intercambio de comentarios del tipo “tú hiciste, no cumpliste, me robaste”…”
Y si es así, de verdad, no soy fanático del futbol, pero prefiero ver al Morelia contra los otros…
Veremos.

Definitivo el tema no te apasiona, aunque te sé, porque así te leo, tal vez es mi culpa por suponer, interesado de la política, por supuesto que habrá roces en el debate, fouls, entradas arteras, participantes que realicen jugadas de fantasía, encontronazos, y todos los desaguisados que conlleva un juego de futbol, como lo he dicho en otras columnas tuyas, no estoy vendido porque eres mi amigo y mi responsabilidad como tal es decir lo que creo, en este caso respecto a lo que escribes. Tu estilo como siempre impecable, pero si el tema no fluye y tú de eso sabes mucho más que yo, se cambia o no se hace, un abrazo amigo y cualquiera que sea tu decisión de ver o no la televisión, yo la respeto.
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No… no me malinterpretes… si me interesa. Pero no creo que veamos mucho más de lo que hemos visto hasta ahora. Quizá el ataque directo – más trapos al sol – y el que los «observadores» se pongan como tiburones cuando huelen la sangre. No espero mucho de este debate, Sergio. Nosotros les estamos haciendo la campaña, en las redes sociales, a los candidatos… Al postear en contra de uno, o de otro, ellos ya no tienen que idear la mejor manera… Creo que esta campaña ha sido más de desprestigio que de propuestas. Y de eso, justamente, es de lo que estoy harto.
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Tengo agotamiento político, así que solo escribiré lo siguiente:
Como soy huérfana política y rayada de abolengo y corazón obviooooooooooooo veré el fútbol, insisto el fútbol une
(Ademas estoy segura que los medios de comunicación, no nos dejaran descansar con sus vastas repeticiones)
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A mi me caga el fútbol!
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mmm y porque preocuparse por un fin de semana…
que de especial tiene éste?
No acaso, cada dormingo es lo mismo… duelo de ratings…
O hay alguna variante realmente de interes?
En tele abierta, quizá la programación del 11 sea una buena opción…
y como leí ayer en un chiste…
el domingo van a haber tres ganadores que irán a la cama con la sensación de… LES GANÉ A LOS OTROS, mientras que habrá uno que analizará cada gesto, cada imagen, cada movimiento para sonreirse al espejo y decirse ME VEO MUY BIEN A CUADRO…
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Ni uno ni otro. A esa hora estaré en Bellas Artes presenciando la 2da representación en México de «Die Frau ohne Schatten». Me interesa más Richard Strauss y su música que el panbol o la desabrida carrera por la presidencia.
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