LA RETÓRICA DE LO TRIVIAL XIII. Por Rogelio Rivera Melo
Válvulas de supervivencia.
Puedo imaginar que todos los empleos imponen una carga extraordinaria para quienes los llevan a cabo, así como exigencias – físicas, mentales o de cualquier otra índole- únicas en cada rubro.
Después de graduarme de la universidad siempre he sido empleado burócrata, con un salario que me asigna el gobierno de mi país. Así que reitero lo de la imaginación. Solamente puedo suponer las reglas, escritas y tácitas, de profesiones, oficios y empleos diferentes al mío. Así como las obligaciones que impone cada una de ellas.
Pero en relación a lo anterior me gustaría preguntarle ¿Qué es lo que usted hace para sobrevivir?
Permítame aclarar que la pregunta lanzada no se refiere a las actividades inherentes a su “trabajo”, cualquiera que este sea; tampoco va enfocada hacia el método que usted sigue para ganarse la vida. Más bien, me gustaría reflexionar sobre esas cosas que uno hace para que la existencia diaria – ese tiempo que pasamos en este mundo (fuera y dentro del trabajo, en familia, con los amigos o en solitario).
En mi trabajo burocrático hay muchas cosas que inspiran un sentimiento de desesperación. A veces por la lentitud en que se desenvuelven las cosas. Otras, por no poder expresar a las personas con las que trabajo las cosas con la claridad con la que desearía. O por la falta de oportunidades iguales para todos. Y sé que no soy el único que se siente así.
Es inevitable sentir en el día a día sentimientos negativos. Todos nos vemos sumergidos en la desesperanza y la “mala vibra”. Pero ¿qué es lo que hace uno para evitar llegar al fondo? Y sobre todo, para no quedarse ahí.
La música, el arte, el deporte, los grupos de apoyo, la fe, actúan como remedio para la monotonía, el estrés, la desilusión y el pesimismo. En lo personal, me gusta escuchar música. Tomar una cerveza. Leer un poco. Estas tres acciones sirven en lo individual, pero su acción relajante se magnifica cuando las llevo a cabo en conjunto. Me gustaría saber qué es lo que usted hace. Sí lo hace.
Probablemente – aunque casi estoy seguro – las personas que no poseen (o han hallado) un método para dejar escapar la “malaria”, tienen una mayor incidencia de problemas físicos y mentales. Así que si aún no ha identificado su “válvula de escape”, tome nota de los comentarios de los demás.
Yo siempre había dicho no a las motocicletas; hoy, manejar una de ellas es, aparte de las que ya mencioné, una de las cosas que más me relajan. Me lo recomendó un amigo. Así que compartamos.
Como le dijo el cantante inglés Iggy Pop (si, el punk drogadicto hipersexual que se cortaba con navajas durante sus presentaciones) a una fan que estaba al borde del suicidio, “Quiero verte inspirar profundamente y hacer lo que tengas que hacer para sobrevivir y encontrar algo para ser alguien a quien puedas amar”.
La sabiduría no es privilegio de unos cuantos.
Veremos.
Yo también soy el que soy. 
Heroísmo Agonizante 101 (Sólo para principiantes) 