Nadie sabe como es que el poema de Chanie Gorkin, una adolescente de Brooklyn, New York, llegó a un bar en Londres. Alguien imprimió una copia de «El peor día que he tenido» y la pegó en la pared de un establecimiento londinense. Alguien más le tomó una foto, la subió a las redes y el texto comenzó a dar la vuelta al mundo.
Cuando uno lo lee por primera vez, el poema es bastante deprimente. Pero una pequeña nota al final le otorga una nueva luz al texto.

The worst day ever…
Aquí está la traducción…
Hoy fue el peor día que he tenido.
Y no traten de convencerme que
hay algo bueno en cada día
porque cuando miras con detenimiento
el mundo es un lugar con mucha maldad
incluso si
algo de bondad brilla de vez en cuando,
la satisfacción y la felicidad no duran.
Y no es verdad que
todo está en la mente y en el corazón
porque
la verdadera felicidad puede obtenerse
solamente si lo que te rodea es bueno
no es verdad que el bien existe
estoy seguro que estarás de acuerdo en que
la realidad
crea
mi actitud
todo está más allá de mi control
y nunca me escucharás decir que
Hoy fue un gran día.
(Ahora lee de abajo hacia arriba).
Yo no sé a ustedes, pero a mí me gustó. No todo es lo que parece.
Veremos.