Fotos y texto por Rogelio Rivera Melo
Alejandra, Yesenia, Nicole, Nadia, Rubén.
Asesinados a sangre fría el 31 de julio en la Colonia Narvarte de la Ciudad de México.
Ellos son los últimos en una larga, larguísima, lista de personas muertas violentamente en un país donde no se ha respirado tranquilidad desde hace años.
Y es triste vivir así. En estos días se siente en México una infinita tristeza por todas esas vidas, esas ilusiones, esos sueños que se han perdido en la nada.
No dejemos que tanto dolor, tanto sufrimiento, tanta juventud desperdiciada se vuelva olvido.
No permitamos que triunfe la injusticia y la impunidad. No. Me niego a dejar un país tan dañado a mis hijos. ¿Qué les diremos cuando nos pregunten cómo dejamos que las cosas llegaran hasta este punto? ¿Qué podremos de decirles? ¿Qué? ¿Qué?
No debemos permitir que el Heroísmo, agonizante en México, muera. Las acciones de nuestro pueblo es lo único que nos puede sacar del marasmo en el que estamos.
Que no sea en vano el sacrificio, la sangre derramada, las angustias irredentas de los mexicanos y las mexicanas.
Que no se calle la verdad. Que no haya ni una muerte más. Que haya justicia y paz.
No se calla la verdad matando periodistas.
Que no muera el heroísmo de mis compatriotas.
Por favor, que no muera.



