¿Se ha puesto a pensar en la cantidad de decisiones que se toman desde una postura de ignorancia, simplemente porque a alguien le dio vergüenza decir «no sé»?
«Deshazte de tus engreídas opiniones, ya que es imposible que una persona comience a aprender aquello eso que ya cree que sabe».
Epicteto, «Discursos»
Creo que las tres palabras más difíciles de pronunciar son «No lo sé«.
Lo anterior es por una variedad de razones que pueden ser el orgullo y el deseo de siempre tener las respuestas a todo o tener la confianza de las personas a nuestro alrededor.
Pretender que uno sabe algo cuando no es así es peligroso, irresponsable e inmoral.
¿Se ha puesto a pensar en la cantidad de decisiones que se toman desde una postura de ignorancia, simplemente porque a alguien le dio vergüenza decir «no sé»? Esa tendencia puede desencadenar catástrofes.
A través de la historia, en numerosas ocasiones, se hubieran podido evitar problemas de gran magnitud si, en vez de soltar una frase a bote pronto y con información parcial o sesgada, la respuesta a las preguntas hubiera sido un «No lo sé».
Desgraciadamente, en nuestra cultura no es común la práctica de aceptar la ignorancia. Para la mayoría de nosotros, ignorar algo no va más allá de la estupidez de una persona. Para nosotros, «no saber» implica ser «ser idiota». Y no es así.
Para cambiar esta tendencia autodestructiva (tanto personal como socialmente), debemos tener en cuenta tres principios:
- Hay que comprender que la base de todo conocimiento es la ignorancia. Uno no puede aprender algo bajo la premisa de «ya lo sé». La falta de datos nos lleva a la búsqueda y a la investigación. Y cuando comienzas «a saber», si eres inteligente te darás cuenta que nunca es suficiente. Lo anterior es el principio de la especialización profesional.
- Poder decir «No lo sé» con sinceridad es un acto de responsabilidad social. La honestidad es la base para una comunicación que fomente el intercambio de ideas, el principio del aprendizaje social y la confianza en el grupo.
- Siempre hay alguien que sí sabe o que sabe más que uno. Y el conocimiento no tiene un título. Hay personas sin educación formal que tienen una gran experiencia sobre ciertos temas. Hay que ser humildes para decir «No lo sé», pero hay que tener valor para expresar un «enséñame». Si uno no pide, no obtiene.
En la medida en que podamos cambiar nuestra perspectiva sobre nosotros mismos y aceptar que no sabemos todo, pero que podemos aprender de manera responsable, comenzaremos a desterrar a todos esos farsantes que van por el mundo notificando que «son expertos» y «lo saben todo» acerca de temas tan irracionales como el movimiento anti-vacunas, las dietas ácidas y alcalinas o el mundo plano.
Así que, querido lector, estimada lectora, la próxima vez que alguien le pregunte algo y no tenga la respuesta, sea sincero con usted mismo, con la otra persona, con el mundo y el universo y dígalo: «No lo sé».
La fórmula funciona mejor si añade un «Pero lo voy a investigar». Y lo investiga. O mejor aún, le pregunta a alguien sobre el tema. Y es que, en este mundo, todos somos maestros.¿No cree?
Veremos.
* * * * * * *
Comparte este texto. Y ¿por qué no? Comparte este blog a través de tus redes sociales. Nos puedes encontrar en Twitter (@HERAGO101), en Facebook (Heroismo Agonizante 101), Tumblr (Heroísmo Agonizante 101) y hasta en Google+ (HeroísmoAgonizante101).
Ayúdame a cumplir el punto 5 de mi lista de las 100 cosas que tengo que hacer antes de morir . Nos encantaría lograrlo pero necesitamos tu ayuda. Si es de tu agrado lo que aquí se publica, compártelo. Ayúdame a morir feliz. Gracias mil.
– – – – – – – – – – –
Foto por Rogelio Rivera Melo.