Por Rogelio Rivera Melo.
Hay tres cosas que uno debe preguntarse cada vez que termina un ciclo. Ya sea una relación, una lección escolar, una experiencia personal o un período de tiempo, tómate el tiempo necesario para contestar tres preguntas.
Estas simples preguntas puedes aplicarlas a cosas triviales – puedes plantearlas al terminar de leer un libro o después de ver una película – pero también te darán una luz enorme sobre cosas más profundas como un episodio en tu vida, un capítulo en tu relación o el final de ella.
Uno puede aprender bastante en una contemplación retrospectiva sincera y objetiva de los momentos que vivimos todos los días.
Considerando que este año está a punto de terminar, te invito, lector, lectora, a que te hagas estas tres preguntas y consideres que en lo bueno y en lo malo, en lo mejor y en lo peor, uno siempre puede aprender algo nuevo, hacerlo mejor y prepararse para el futuro.
Mis respuestas para este año (sin tanto rollo existencial).
1. Aprendí que tienes que confiar en ti siempre. Eso es lo que te salvará de todo mal.
2. Este año puedo decir que no pude haberlo hecho mejor. Al final todo salió excelente.
3. A cuidarme más. A cuidar más a mis amigos. A cuidar más a la gente a la que amo.
Si quieren compartir sus respuestas, nos encantaría leerlas.
Veremos.