Texto y fotografía por Rogelio Rivera Melo.
En ocasiones estamos completamente solos. Que eso no sea obstáculo para seguir.
A veces estamos completamente solos. En un lugar donde no hay nada. Nadie. A la mitad del desierto y con un calor infernal. Y aún así, hay que florecer. Aún así, hay que dar sombra. Aún así, hay que tener vida.
Porque a veces también llueve. Hasta para el árbol solitario.
Quizá hoy eres ese árbol. Pero uno nunca sabe cuándo será la lluvia.
Asi me siento…gracias por estas palabras.
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