Por Rogelio Rivera Melo
Dos años después de las demostraciones civiles en Turquía y los abusos resultantes por parte de la autoridad, un tribunal turco sentenció al policía que roció con gases lacrimógenos a una mujer durante una de las manifestaciones. La sentencia es simplemente asombrosa.

@Reuters
El título del 11 de junio de 2015 es Justicia a la Turca
Durante 2013, el gobierno de Turquía decidió emplear el terreno de un parque en Estambul para construir un centro comercial. Los ciudadanos turcos hicieron gala de una organización social nunca antes vista para evitar el hecho. Con manifestaciones multitudinarias en varias ciudades plantaron una resistencia que fue, una y otra vez, reprimida por el gobierno. Al contrario de lo esperado por las autoridades, conforme la represión fue aumentando, el ánimo de los ciudadanos iba en aumento, dándose historias épicas de unión social en contra del autoritarismo y el mando del primer ministro Erdogan.
El 28 de mayo de 2013, el policía Fatih Zengin fue captado en una fotografía rociando gases lacrimógenos sobre Ceyda Sungur, a quien se conoció desde entonces como «la mujer con el vestido rojo».
La escena, captada por un fotógrafo de Reuters, fue utilizada como símbolo de las manifestaciones, volviéndose viral alrededor del mundo.
El día de hoy, después de un juicio al agente, la justicia turca emitió el fallo en su contra: tendrá que sembrar 600 árboles. Además deberá cuidarlos por un período de dos meses después de haberlos plantado.
No sé a usted, lector, lectora, pero a mí me ha parecido una sentencia apropiada.
Ustedes qué opinan.
Veremos.
Si quieren leer más sobre lo que pasó en Turquía hace dos años, aquí están los reportes que nuestra corresponsal Adriana Díaz nos envió desde allá:
– Egipto, Túnez, Brasil, Turquía, Grecia. ¿Y México?
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