Por Rogelio Rivera Melo
Justo cuando creas que todo está bien, que eres feliz y que estás en paz contigo mismo, va a llegar la vida y te dará un puñetazo. Y en ese instante te enfrentas al verdadero desafío del día, del mes, del año. De tu vida.
Eres feliz, te sientes bien, todo va de acuerdo a lo que deseas. Y de pronto, alguien no está conforme con algo que estás o no estás haciendo. La situación se sale de control y las cosas que fluían tan suavemente comienzan a trabarse por una u otra razón.
Justo entonces tienes dos opciones:
1. Te sales de la zona de comfort y aplacas a la vida (cueste lo que cueste); o
2. Te mantienes enfocado, tranquilo y feliz.
Lo realmente importante es la tranquilidad de uno. La vida nunca te dará descanso. Nunca. La madurez implica escoger cuales batallas son las que debes de pelear. Hay algunas que incluso cuando las ganas, la pérdida excede la ganancia.
Lo realmente importante es ser feliz, incluso en la guerra, en la carencia y en la desolación. Si lo logras, serás feliz en la riqueza.
La paz con uno mismo se puede lograr hasta en las guerras con todos los demás. Y esa paz es la que tienes que encontrar. Esa es tu única batalla que valdrá la pena en tu vida. Las demás son solo experiencias.
¿Eres feliz y estás en paz contigo mismo hoy? Ese es tu reto para el día. Para el mes. Para el año. Para tu ciclo en este mundo. Ese es el verdadero desafío. La única batalla que siempre debes ganar.
L@s quiero. Y hoy, estoy en paz. Y eso ya es ganancia.
Este es el último post de 2013. Nos veremos en 2014. Gracias por todo.
Veremos.
