Buscar la simplicidad en la existencia es el acto más transgresor que se puede realizar.
Dejar de insistir en mantener el control un mundo caótico es la acción más leal que uno puede tener consigo mismo.
Vivir la vida sin interrupciones, sin prisas, sin otro motivo que existir en plenitud.
Dejar de buscar esa perfecta ilusión que se refleja en nuestros ojos cuando miramos la inmensidad de una existencia llena de espejismos y esperanzas.
Ser por el mismo acto de ser, de estar.
Esa es la única opción – no la mejor, la única – que nos queda para trascender.
Fotografía y texto por Rogelio Rivera Melo.