Fotografía por Rogelio Rivera Melo.
Vas feliz por la vida cuando, de pronto, volteas y en la puerta trasera te encuentras con un bicho lo suficientemente raro como para llamar tu atención. Menos mal que siempre llevo una cámara fotográfica conmigo.
¡Mamá! ¡Se metió un bicho al patio!
No todos los días uno tiene la oportunidad de encontrarse con un camélido en la puerta trasera de su casa.
Supongo que es el calor que hace en la Ciudad de México a estas alturas de marzo. O quizá sea deba al calentamiento global del que tanto hablan. Como sea, hay de bichos a bichos.
Tal vez sea momento de ir por una cerveza. A lo mejor después me encuentro con algún elefante rosa.
Veremos.
😲😲 jajajaja
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