EL DICCIONARIO DE LAS EMOCIONES 1

Por Karina Suárez

Café con mi amigo imaginario” XI 

Poder identificar lo que sentimos y darle un nombre nos ayuda a canalizar esas sensaciones hacia un nuevo entendimiento de lo que en realidad somos. Necesitamos aprender a comprender plenamente nuestras emociones. Necesitamos un diccionario de emociones.

EMOCON

EL DICCIONARIO DE LAS EMOCIONES 1

Podría decir que es una verdad inexorable. Algo definitivo. Pero podemos debatirlo: Cada emoción que una persona siente es un mensaje importante que, si se descifra, es una útil herramienta para hallar el equilibrio personal.

Las emociones llegan como acertijos maravillosos que dan claves necesarias para vivir en paz y armonía. Aún cuando no siempre sean agradables, éstas indican cuál es el rumbo que uno podría seguir para alcanzar una verdadera plenitud.

En un mundo dónde pocas veces escuchamos a los demás, es difícil hacerlo con esa voz interna que nos habla en voz baja. Pero que siempre está buscando ser escuchada para dirigir tus acciones y decisiones.

Como todo trabajo psicológico, tratar de comprender las emociones que uno siente es algo personal. Nadie lo va a hacer por ti. Descifrar el mensaje y ajustar el rumbo de acuerdo a tus emociones depende de ti. Pero siempre hay que aprovechar la ayuda externa.

Identificar lo que sentimos y darle un nombre nos ayuda a canalizar esas sensaciones hacia un nuevo entendimiento de lo que en realidad somos. Necesitamos aprender a comprender plenamente nuestras emociones. Necesitamos un diccionario de las emociones que nos guíe.

Por lo anterior, cada quince días escribiré sobre algunas de las emociones más comunes, con lo que significan y hacia dónde te pueden llevar. También propondré algunas tareas que podrían ayudarte a allanar el trayecto a un «Yo» más feliz.

Esta semana comenzaré con la Amargura.

La amargura es mejor conocida en el argot de la psicología y la psiquiatría como el «Trastorno Postraumático por Amargura«. Tiene las siguientes características: recuerdos gravosos, anhedonia (incapacidad para experimentar placer), pérdida de energía, ira y frustración.

Lo expondré en otro modo: esas personas con actitudes de insatisfacción por casi todo, a las que nada les llena y que a todo le encuentran el lado pesimista, esas que alegan que “sólo son realistas” y que echan a perder cada momento placentero siempre encontrando un “pero”.

Si es tu caso, comencemos por entender que no es algo con lo que uno nace. Quizá seas muy sensible o te cueste trabajo sobreponerte a la adversidad, quizá aún necesitas trabajar en tu capacidad de afrontamiento es escasa y todavía necesitas desarrollarla.

La amargura comienza con la victimización – pensar «no merezco esto que me está pasando», «la vida me ha maltratado», «todo me sale mal», «todo me pasa y nada es bueno». Se piensa que se puede tomar fuerza para afrontar estas injusticias a través de un enojo mal encausado inspirado en el resentimiento invasor – pensar «pero ésto no me vuelve a pasar», «nadie se merece mi amor de nuevo», «esta vez no podrán conmigo» – y luego viene una etapa de estacionamiento en ese estado, con un miedo disfrazado de control – un temor a volver a sentir dolor por las malas experiencias.

Puede haber una historia de maltrato y abuso físico o psicológico y probablemente – por supervivencia emocional – haya habido una decisión de «congelarse» en ese estado y buscar la revancha odiando al mundo y a todo lo que te rodea -incluyéndote.

Sentir amargura te muestra dónde aún debes sanar, lo que aún te hace tener prejuicios hacia los demás y hacia ti mismo

Siempre hay un camino alterno. Siempre se puede dar otro significado a las experiencias pasadas para encontrarles un lado luminoso y de crecimiento.

Si crees que hay una carga de amargura en tu vida, de la que no puedes deshacerte, además de la orientación profesional, sugiero este ejercicio:

Escribe en una hoja lo siguiente

1. Escribe el recuerdo exacto del que te quieres liberar y que consideras fue el punto de partida para hacerte amigo(a) de la amargura.

2. Ahora escribe cómo es que sientes que esas experiencias cambiaron tu vida para mal.

3. Quema la hoja y entierra las cenizas en una maceta pequeña con una pequeña planta de tu agrado.

4. Ahora imaginariamente la persona que eres hoy viaja al pasado y te presentas en el momento exacto donde ese hombre o mujer o niña o niño que fuiste comenzó a sentir el dolor y la frustración.

5. Habla con tu “yo pasado” y cuéntale lo mal que la estás pasando hoy, lo mucho que te ha afectado la amargura a lo largo del tiempo, las cosas que has perdido o has dejado de disfrutar por llevarla contigo e imaginariamente obséquiale la planta ( como símbolo de la muerte de la amargura y la regeneración de la emoción. Que sea un acto de renacimiento.) y visualiza como, en ella, le regresas toda la amargura y la frustración. Tu «yo pasado» la recibe y la coloca en un lugar especial.

6. Ahora imagina y dile todo lo que has logrado y aprendido a través de esa dolorosa experiencia y hazle saber todo lo que te ha ayudado a crecer como ser humano y visualiza como le dices adiós, pidiéndole que cuide la planta y la haga crecer sana y renovada.

7. Imaginariamente regresa al futuro y hazte cargo todos los días de esa pequeña planta que es el símbolo de la renovación de tus enfoques y creencias sobre la vida.

Si necesitas ayuda para hacerlo, acude con un terapeuta profesional capacitado para ayudarte. Cosas así pocas veces se logran sin ayuda y dirección. Tu salud mental es vital para una vida plena.

Las emociones son naturales. Es imposible dejar de sentirlas. Pero al identificar su causa, su porqué y los modos para lidiar con ellas, nos permitirá comprender  – y quizá moderar -mejor nuestras reacciones. Intentémoslo. Que nada nos cuesta.

Nos vemos en quince días.

Karina Suárez.

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Si tú, lector, lectora, tienes alguna sugerencia, duda, pregunta, comentario o situación sobre la que quisieras que Karina escriba, (recuerden que es especialista en temas de salud e higiene mental) puedes enviarla a blogherago101@gmail.com 

Siéntanse en confianza de proponer temas, expresar inquietudes y hacer preguntas, muchas preguntas. Ya saben que para eso estamos. Garantizamos el anonimato de quienes lo soliciten. Esperamos tus correos.

 

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