Por Rogelio Rivera Melo
Me estoy convirtiendo en todo un maestro en el arte de quemar mis naves incluso antes de desembarcar.
Incendia tus barcos antes que el deseo irreprimible de volver ahogue la pasión por avanzar.
No temas al fuego destructor. Él será quien ilumine tus primeros pasos cuando comiences a recorrer el nuevo sendero.
¿Cuál es la nave que te mantiene atado a la costa? ¿Necesitas una cerilla? Busca dentro de tu corazón. Ahí radica la llama de tu destino.
Ve y ve.
Veremos.
