La Retórica de lo Trivial CXIII Por Rogelio Rivera Melo
Una de las definiciones de educación es «lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer» (Raúl Gutierrez Saénz, «Introducción a la Ética»).
Que la persona no necesite de ninguna autoridad que ejerza presión sobre ella, sino que, de acuerdo a su propio convencimiento, decida por el camino del bien es la finalidad de la educación.
Mientras que la ética muestra «lo que se debe hacer», la educación se demuestra cuando «lo que se debe hacer» se realiza por decisión propia.
La «reforma educativa» que necesita el mundo es volver a lo básico: el conocimiento factual de la propia autonomía, la libertad de discriminar una acción buena de una acción mala y, sobre todo, la libertad de elegir la rectitud en cada acto.
Lo demás es lo de menos.
Veremos.
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