La Retórica de lo Trivial XXXV Por Rogelio Rivera Melo
México… 2 de julio, 2012.
Empieza esta semana, este mes, esta segunda parte del año, con un sentimiento de malestar. Y ni siquiera conozco el verdadero motivo.
Veo las noticias sobre el resultado de las elecciones presidenciales en mi país. Escucho a la gente expresarse con un dejo de fatalismo apocalíptico. Y siento, en verdad, una desconfianza y una decepción hacia el sistema político que se ejerce en México.
Quizá hoy no sea correcto escribir sobre esto. A riesgo de atropellar susceptibilidades y de echar más leña al fuego – así como de que usted, lector, lectora, no me lea más – considero que no puedo dejar de comentar lo que siento.
Señores, señoras, México no es una persona. Su grandeza está marcada – o limitada – por sus habitantes no por sus gobernantes. Y si te sientes molesto hoy, ¿no será acaso por que has permitido por tanto tiempo que las cosas malas crezcan y salgan fuera de control?
Es muy fácil, extremadamente fácil, despotricar en contra de lo que uno considera que está mal. Lo difícil es cambiarlo. Por que el cambio no lo logra una sola persona. En un país de cien millones de habitantes, una no cuenta para cambiar una maldita cosa. Ni siquiera si sus iniciales son EPN, JVM o AMLO. Es genial culpar a “los poderes fácticos” que manejan el tejido mundial – las “fuerzas malignas” que nos acechan desde su escondite-cueva-madriguera – por que esas no pueden ser vencidas.
Una pregunta básica ¿Cuál fue el último presidente al que admiraste?
Detestas a tu dirigente actual. Odiaste al pasado. Y te garantizo que aborrecerás al siguiente – es más, dirás “yo no voté por él”. Los mexicanos buscan a un dirigente para tener a alguien a quien echarle la culpa de toda la mierda en la que estamos viviendo. Que la devaluación es culpa de uno, y que empeoró con el que siguió, y que iremos a parar al drenaje mundial por el que aún no llega.
¿Te enfurece el estado del país? Probablemente sea culpa del gobierno. ¿No tienes trabajo y es culpa del gobierno? ¿No tienes oportunidades y es culpa del gobierno? ¿No tienes dinero y es culpa del gobierno? ¿Pierdes la elección y es culpa del gobierno? ¿Te molesta cómo están las cosas en tu casa? ¿También es culpa del gobierno?
¿Y cuando tienes trabajo? ¿Y cuando ganas bien? ¿Y cuando tienes casa? ¿Y cuando ganas la elección – si la ganaras? ¿Dé quien sería culpa?
El gobierno, lector, lectora, somos nosotros. ¿Qué hacemos para cambiar? ¿Participamos? ¿Haces servicio social por tu país? Admiras a los cubanos, pero ellos trabajan horas gratuitas – y obligatorias – para su país. ¿Y tú?
Voltea a tu alrededor. ¿Qué hace falta en tu país? Hacen falta barrenderos, soldados, policías, albañiles, intendentes, plomeros, doctores, psicólogos, ingenieros, constructores… en nuestro país hace falta todo. Haces falta tú. Haciendo tu trabajo. Haciéndolo bien. No estás aquí para tener sentimientos de rencor. Estás aquí para trabajar por tu país. El trabajo que haces, el que sea, hazlo para México, no para comprar tu televisión de plasma, tu coche o tus cervezas. Esas son cosas superfluas.
Pero ya basta de palabras… Pongámonos rudos. Seamos maduros. Pongamos límites a este gobierno corrupto y corruptor. Ya es tiempo de dejar a un lado las rabietas de niño pequeño. Indignado, indignada, toma las armas. Que resuene el cañón. Seguramente ese que está a tu lado también estará junto a ti para derrocar a los fantasmas. Para cambiar…
Te sientes tan, pero tan ofendido, que no puedes soportarlo más. Entonces emula a Zapata, a Villa, a los Serdán, a Madero y a Carranza. Empuña las armas. También es válido. Es tu derecho. Es la opción de los valientes, de los activistas, de los revolucionarios. Sé activista. Sé revolucionario. Y cambia esto.
Pero no des “Me gusta” a la Revolución. Porque el activismo de sillón es genial, “cool”. Pero no sirve más que para crear un mayor resentimiento. No arregla nada.
O puedes prepararte. Leer. Ser mexicano de tiempo completo. Comprender la política. Buscar soluciones, presentarlas a quien pueda llevarlas a cabo. Participar. Ser mejor. No apoyes a un presidente por quien no votaste. APOYA AL MÉXICO EN EL QUE VIVES. Sea quien sea el “idiota” que gobierne.
Y si no lo hicieres así… que la Nación te lo demande. Porque tú eres la Nación, mexicano, mexicana. Y tienes todo el derecho – y la obligación – de demandarle su trabajo a quien no haga lo que le corresponde.
La lealtad mía no es con un presidente. O con un partido. O con el que vendrá a tomar el poder. Mi pasión está con México. Con mi país. Por que ese es el que me importa. Ese pedazo de tierra es donde vivo. Es donde viven mis hijos. Vale la pena trabajar, luchar, morir, por él. Defendiéndolo.
Hoy, amigos, amigas, no es un día de luto. Ni de fraude. Ni de tristeza. Ni de decepción. Aquí vivimos. En este país maravilloso llamado ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. ¿Qué vamos a hacer hoy – y los próximos seis años – por nuestro hogar?
Veremos.

Si vemos los porcentajes… a ningún lado llegará nuestro querido México si así permanecemos, divididos en tres y cada grupo gritando a los otros dos, de nada servirá!!; lo mejor es que como Nacion, entendida como grupo humano tengamos un fin común y luchar diariamente por ello; por un México mejor, en el que cada quién haga lo que le corresponde y lo haga bien.
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Te mamaste!!!
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Y estoy contigo!…Vamos a chambear.
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https://heroismoagonizante101.wordpress.com/2012/07/05/la-retorica-de-lo-trivial-xxxvii/
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