La Retórica de lo Trivial XXX Por Rogelio Rivera Melo
La libré.
Ayer tuve otra de esas experiencias donde uno dice «La libré», esta vez fue por muy poquito. Tan solo diré que en la cuenta de cicatrices, el incidente de ayer cobró una cuota alta. Pero estamos bien. Obviamente, no pude dormir, Las pesadillas usuales, el dolor en el cuerpo, las molestias por las heridas.
Simplemente me queda dar gracias a Dios – una vez más. Hoy al despertar vinieron a mi mente las palabras del Jefe Tecumseh, de la gente Shawnee, quien refieriendose a la vida, alguna vez dijo:
Shawnee Chief, Tecumseh.
Vive tu vida de tal modo que el miedo a la muerte nunca entre a tu corazón.
No juzgues a nadie por su religión; respeta el punto de vista de los demás y pide que respeten el tuyo. Ama tu vida, perfecciona tu vida, embellece todas las cosas en tu vida. Busca vivir una vida larga y con el propósito de servir a tu gente. Prepara una canción de muerte noble para el día en que cruces la gran frontera.
Siempre ten una palabra o un saludo cuando te reúnas con un un amigo, cuando te encuentres con un compañero, incluso si aún no lo conoces, en algún lugar solitario. Muestra respeto a todos y no humilles a ninguno.
Cuando despiertes por la mañana agradece por tus alimentos y por la alegría de vivir. Si no encuentras razón para agradecer, la culpa es solamente de ti. No abuses de nadie ni de nada, porque abusar convierte a los inteligentes en tontos y les arranca el espíritu de su visión.
Cuando llegue el momento de tu muerte, no seas como aquellos cuyos corazones están llenos de miedo a morir, y que cuando llega su tiempo lloran y rezan por un poco más de tiempo para vivir sus vidas de nuevo, en una forma distinta. Canta tu canción de muerte y muere como un héroe que va hacia su hogar.
Señores, señoras… Lectores. Hay que ser feliz. Porque cuando te toca, te toca. No hay de esperame tantito. O de «hubiera vivido de otra forma». Hoy puede ser el día en que entonemos nuestra canción final.
Les agradezco mucho, a todos, a todas, su tiempo. Su amor. Su preocupación. Gracias, a mi familia, a mi pareja, a mis hijos. Por estar ahí. Los amo.
Y al menos por hoy… un día más…
Veremos.