La Retórica de lo Trivial XXVII Por Rogelio Rivera Melo
Compromisos que TIENEN que cumplirse…
Debido a mi deslumbrante visión actual sobre las cosas, hoy lanzo al aire, una pregunta, (retórica, claro): “¿Qué tanto empeño pondrían los políticos en cumplir aquellos compromisos que hacen si en verdad sintieran la necesidad imperante de hacerlo?” Porque cuando escucho la publicidad electorera que manejan los partidos políticos en estos días, me pregunto cuánto de verdad existe en ella. Trataré de ahondar en el tema.
Como usted sabe, amable lector, lectora, tuve que ir al doctor por una afección en mi ojo. Estrés fue el diagnóstico. Entonces, como QUIERO volver a mi estado natural – sobre todo, ver las cosas así como las veía siempre – tuve que pensar en cuál sería el orden de batalla, la estrategia pues, para quitarme la tensión. Así, llegué a establecer varios compromisos. Y tengo que aceptar que éstos, a diferencia de los políticamente esgrimidos, TIENEN que cumplirse.
MIS COMPROMISOS:
– Identificar cual es el motivo principal, la causa primigenia, de mi ojo chundo (en realidad no está tan chundo, la presión es normal, y al parecer no hay nada orgánico que lo este afectando).
– Tengo que sacar una cita con el retinólogo (dice mi mamá – aficionada a los crucigramas – que es el médico especialista en el estudio de la retina). Y después de tener la cita. Acudir.
– Tomar el complemento vitamínico que compré – una pastillita diaria. Así como tomar menos café y más té (ese punto no me convence, pero pues TENGO que cumplirlo).
– Y dado que no puedo evitar TODAS las cosas que me estresan hago el compromiso a mandar al mismísimo carajo a aquellas que son superfluas, vanas, y pendejas. (No lo tome personal, si de pronto intenta hacerme enojar y nomás me río de sus comentarios – es un compromiso).
Los anteriores son cuatro compromisos muy sencillos de cumplir. Sé que los podría dejar para luego, para después, para mañana, para cuando tenga tiempo, para cuando haya dinero, para cuando esté mejor… pero considero que HOY, por una vez, DEBO PONER LAS COSAS EN SU LUGAR.
Me encanta mi trabajo. Amo a mis hijos, a mi pareja, a mis padres y hermanos. Escribir es una afición y leer es un placer. Pero HOY, me comprometo a ponerme por encima de todo. Si me infarto, no trabajo. Si me da una embolia, ni mis hijos, ni mi pareja, ni mis padres y hermanos tendrán a esa persona que hoy los ama. Si me quedo ciego, tuerto o bizco, ni escribir ni leer (y eso de los audiolibros no es lo mío).
Y, señoras, señores, pueden usted tacharme de egoísta. Pero HOY, mi compromiso es conmigo. Cuenten con que les mantendré informados (tómenme de ejemplo, si quieren), no dejaré de escribir hasta que tenga que hacerlo – esto es terapia, eh.
Permítame terminar este texto con una reflexión… de Borges, Stair o Herold (la verdad me estresa saber quién lo escribió realmente – ni ellos se ponen de acuerdo). «Instántes», se llama:
“Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.”
Amigos, amigas… Cuando hoy escribo “Veremos”… es un compromiso que TENGO QUE CUMPLIR.
Gracias.
P.D. Se aceptan recomendaciones así tipo Dr. Banner, para mantener a raya al monstruo verde que de pronto sale a la luz…
