Mercado

La Retórica de lo Trivial LXVI

De bazares y mercados.

La semana pasada me invitaron a ver la película Argo. Y debo escribir, lector, lectora, que si usted no pudo ver el filme en una sala – aproveche ahora que la volvieron a colocar en algunos complejos. Una película muy bien dirigida y excelentemente llevada, pero aún cuando merece una publicación especial en este blog, solamente haré referencia a una escena que me dejó impactado: el paseo por el Gran Bazaari de Teherán.

Imagen

Un equipo canadiense de cineastas – director, productor, director de locaciones, guionista – llega a Irán para buscar el lugar idóneo para filmar una película. El representante cultural del gobierno islámico del país los conduce al mercado tradicional de la capital. Y en un momento dado les comenta de manera casual: “lleva funcionando por más de 8,000 años”. Lo diré de la manera más simple posible: si hacemos cuentas, ocho mil años es mucho tiempo. Así de sencillo. ¿Cuánta historia, artefactos, mercancías, personas, no se habrán cambiado, comprado o vendido en ese añejo recinto?

Esa sensación de asombro me llevó – como en un trueque metafísico – a un pensamiento nacionalista: En nuestro país, México, también contamos con una historia milenaria de lugares de comercio popular. Así que mandamos a los corresponsales de Heroísmo Agonizante 101 en la ciudad de México a investigar sobre uno de los tianguis – mercados prehispánicos– más tradicionales de esta capital, el famoso “Mercado de Sonora”.

Imagen

El de Sonora es uno de los tres mercados fundados en la ciudad de México – junto con el “de la Merced” (que la semana pasada ardió en llamas por un corto circuito) y el de Jamaica – durante la década de 1950. La gran nave del mercado está ubicada en la colonia “Merced Balbuena”, en la delegación Venustiano Carranza.

Siguiendo la tradición prehispánica del comercio especializado – en la época de los aztecas cada uno de los barrios de la ciudad se dedicaba a la producción y al comercio de un tipo específico de mercancía – el mercado de Sonora se ha hecho famoso por los pasillos dedicados a la venta de artículos de herbolaria y objetos para la “magia” y el “ocultismo”. Pero ahora también está plagado de mercancía “de exportación”– de malísima calidad y bajísimo precio – entre la que se encuentran los juguetes y las baratijas chinas.

Tuvimos que abrirnos paso a codazos y empujones para llegar a las áreas centrales del mercado, donde se venden animales vivos de cualquier especie – tristemente pudimos constatar que con suficiente dinero se pueden adquirir especímenes protegidos por la ley – 40,000 pesos por un guacamayo rojo, por ejemplo. Las condiciones en que las tristes criaturas se encuentran hacinadas es deplorable – e insalubre. Triste, muy triste.

La inercia de la visita nos llevó a la sección “mágica” del bazaar. Pócimas, filtros y pociones de todos tipos atraen a clientes nacionales y extranjeros de todos los niveles socioeconómicos. Hierbas y artículos mágicos – para magia negra y magia blanca… Debo confesar que siento un gran respeto y admiración por aquellas personas que tienen conocimientos de herbolaria tradicional, así que me acerqué a uno de los muchos “puestos” – o negocios – especializados donde la “Doña” me indicó la manera de preparar varias plantas medicinales. Escribiré sobre ese tema próximamente.

Como parte del espíritu investigador de nuestros enviados, nos adentramos en el área de los brujos, de los santeros y de los que creen en la santa muerte. Amuletos, talismanes, polvos y cosas raras. Por obvias razones, preferimos no tomar fotografías de tal lugar. No queríamos salir de ahí con algún recuerdo no adquirido por nosotros.

Encontramos – y compramos – varias cosas interesantes: Un frasquito de perfume con “feromonas” para atraer al sexo opuesto, 100 gramos de damiana de california y una pócima revitalizadora para mejorar la vida sexual del caballero. Estuve a punto de comprar aceite de caguamo – para el dolor del cerebro y la falta de ganas de vivir, pero ya no me alcanzó el dinero… Quizá tuve que haber visitado a un “especialista” para que me diera “polvos para la riqueza”, o algo así…

Así que, lectores, lectoras, ¿qué tal que se dan una vuelta por los mercados tradicionales de su localidad? Quizá no sea tan antiguo como el de Teherán, ni tan esotérico como el de Sonora, pero les garantizo que encontrarán una o dos sorpresas si los visitan con ojos investigadores. Tomen fotos y compartan con nosotros. De sus experiencias aprendemos todos…

Mientras tanto… Veremos.

Categorías: Bazaar, Mercado, Reflexiones, Retórica de lo Trivial, Tianguis | Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Anna Fonte's Paper Planes

Words, images & collages tossed from a window.

Deletreados

Literatura y Psicoanálisis

bienestarterapiasdotcom.wordpress.com/

Acupuntura, Reiki, Estética, Biomagnetismo, Masajes

telodigosindecirlo

realidad interpretada

Angela Dalmar

madre de las mariposas

LA REALIDAD DIARIO

Diario satírico y puede que humorístico. Rigor subjetivo

Tenebris Ficta

Espejos a otras realidades

Hams Sneyder

Pensamientos que ayudan

perezitablog

Amando mi caos.

Así, como un 8 tumbado

Abriendo el alma

Terminando de empezar

las vueltas que da la vida.....

EL ARTCA

Poesía Microrrelatos Arte Música

Lo que me robó el Covid

Memoria colectiva

Lo que te trae la marea

Creaciones artísticas, ilustraciones, cuadros y dibujos

InBLOGnito

on the internet, nobody knows you're a blog

Discover WordPress

A daily selection of the best content published on WordPress, collected for you by humans who love to read.