El doctor Hugo López Gatell es el subsecretario de salud de México. En los últimos meses se ha convertido en una especie de superestrella. Ayer se comunicó por teléfono, personalmente, para dar un mensaje de vital importancia.

Hablé con mi madre por teléfono el lunes 4. Después de una breve charla, me comunicó que al día siguiente tenía la intención de asistir al banco para hacer unos pagos que no se podían retrasar.
Después de casi media hora de consejos del tipo «Procura cuidarte y seguir todas las indicaciones para evitar contagios, por favor” y de que me enlistara todas las medidas de seguridad que seguiría para salir de casa, no tuve más que darle la bendición y pedirle que se cuidara mucho.
El 5 de mayo recordé temprano que era 5 de mayo. Por lo que llamé a mi madre para avisarle que las sucursales bancarias no estarían abiertas debido a la conmemoración de la histórica batalla de Puebla.
Y lo que me contestó me dejó feliz: «Ya sé. Y de todos modos, está semana ya no voy a salir de mi casa«.
Pero cuando me dio la razón por la que llegó a esa decisión me dejó perplejo.
«Me llamó mi amiga X. Su cuñada es prima del doctor Hugo López Gatell. Y él le llamó personalmente para avisarle que durante estas dos semanas no salga para nada de su casa porque las cosas están horribles”.
Le hizo caso al Doctor Gatell. Y no salió.
Lo curioso de la situación es que el Doctor López Gatell lleva pidiendo, implorando, rogando a los mexicanos que no salgan de su casa desde el día 23 de marzo. Lo ha hecho a través de todos los medios y modos posibles.
Pero era necesaria una llamada personal para que, al menos mi mamá, no saliera al banco.
Y eso, amigos, amigas, me recordó una lección de psicología social que alguien aplicó de manera magistral: La gente tiende a dar por cierta cualquier información que se haya generado por alguien que está «dentro del círculo” (aun cuando se trate de un rumor).
No sé si la prima de la amiga del sobrino sea pariente o no del doctor Gatell, ni sé la verdadera magnitud de los alcances epidemiológicos del Coronavirus en México. Dudo que el propio subsecretario los sepa. Pero la magnitud de la batalla psicológica (propagandística o no) es de un nivel que nunca había pensado ver en mi país.
En un momento en el que tenemos los miedos – y las esperanzas – a flor de piel, muchas personas pueden aprovechar la fragilidad mental de otros para beneficiarse de un modo u otro.
De cualquier forma, le agradezco mucho al subsecretario de salud por haber llamado personalmente para que mi madre se quedara en casa por las próximas dos semanas. Espero.
Y ustedes, amable lector, gentil lectora, hagan caso al llamado del Doctor López Gatell y, por favor, quédense en casa.
¿Me lo prometen?
Veremos.