La Retórica de lo Trivial CVI Por Rogelio Rivera Melo
Había una vez tres hermanos que vivían felices, o por lo menos eso pensaban. Un día, después de que su madre sufre un infarto, Henri, Philippe y Louis comienzan a analizar el sentido de sus vidas. Una ola de incertidumbre acoge a estos cuarentones de Versalles a los que nunca les pasa nada, y sólo necesitan entreabrir la puerta de lo prohibido para descubrir la aventura… al lobo feroz.
Pero ¿el lobo feroz será tan sexy como para derribar sus casas? ¿Y la casa de piedra del hermano mayor será verdaderamente sólida? ¿Y si al final, la vida de adulto no es como un cuento para niños?
Incluida en el Tour de Cine Francés 2013, la película EL LOBO SEDUCTOR (Le Grand Méchant Loup) es la versión moderna de la tradicional fábula de los tres cochinitos. La cuestión es que, al igual que en la versión antigua, hay de marranos a marranos.
Henri, Philippe y Louis son muy diferentes entre si. Como los puerquitos de la historia, éstos viven en su respectiva casa de paja, madera y piedra. Sus familias, trabajos, relaciones y costumbres son tan disímiles que, como uno de ellos comenta, surge la pregunta sí de verdad serán hermanos.
En esta cinta, el papel principal no son los hermanos, sino el gran lobo malo, ese que acecha a estos hombres-cerdo, y que está representado en esta fábula modernista por nada menos que la infidelidad.
Mientras ve el filme, uno vuelve a plantearse la pregunta ancestral: ¿Cuál es la verdadera razón que hace que un hombre sea infiel? Y sobre todo, ¿cuáles son las implicaciones de enredarse con alguien más? Los puercos, a tráves de la cinta se van justificando en su coqueteo con el lobo. Comienzan jugando cerca de él – seguros de que no los atrapará. Resistiendose inútilmente, hasta que de pronto, zaz, el lobo sopla y sopla y sopla hasta derrumbar el sueño, el ideal de la «familia perfecta».
La casa de paja vuela. La de madera resiste un poco más. Pero la de piedra ¿será tan sólida como para resistir a un lobo de las grandes ligas? Porque la mujer es el lobo para el hombre. Pero recordemos lo que ya decía Thomas Hobbes, «Homo homini lupus». El verdadero lobo, para la humanidad, es el hombre mismo.
Esa es la premisa del filme. Las actuaciones, la escenografía, la producción, sin ser nada fuera de este mundo, valen la pena para pasar un buen rato, reir mucho y sobre todo, reflexionar sobre lo que uno ve.
Recomendable. Y si la ven, comenten qué les pareció.
Y veremos.
Yo también soy el que soy. 
Heroísmo Agonizante 101 (Sólo para principiantes) 