La Retórica de lo Trivial XCVII Por Rogelio Rivera Melo
28 años en la cárcel. ¿Y los demás?
En 1985, durante el sexenio del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, el narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero fue capturado y juzgado por la muerte del agente encubierto de la DEA, Enrique Camarena. Además de ser acusado de narcotráfico, el juicio por el homicidio se llevó a cabo dentro del fuero federal.
Hoy, 9 de Agosto de 2013, «Don Caro» – considerado uno de los capos más importantes (algo así como «el Chapo» de las décadas de los setentas y ochentas) – fue liberado del penal de alta seguridad de Puente Grande, tras 28 años de cautiverio.
Ahora, veintiocho años después, un tribunal de Guadalajara, Jalisco, le concedió un amparo. La razón es que el juicio por asesinato debió haberse llevado a cabo por un juez del fuero común, ya que Camarena no tenía ningún cargo o nombramiento que lo acreditara como diplomático extranjero.
La condena por narcotráfico ya se había cumplido, así que Quintero fue liberado.
De esos retruécanos legales que a las defensas de los criminales se les dan tan bien.
Y que a las fiscalías como que se les atoran. Y, como siempre, se los atoran.
Veremos.


