Internacional

Estamos en el proceso de una pandemia mundial. Wow. Son tiempos difíciles para toda la Humanidad. Y creo que es un excelente momento para retomar nuestros Retos de 30 Días, ¿no creen?

Cuando uno comienza algo y se mantiene haciéndolo durante treinta días, el cerebro se “reconecta”. Esa es la esencia de los “Retos de 30 días” (lean el texto; está bueno). Y como la letra sin obra no sirve, me he dado a la tarea de cumplir, por un mes, esos retos personales que siempre quise hacer.

Hace varios meses que no comienzo un reto de 30 días. Sí, lo sé. Soy un desobligado sin disciplina. Pero eso está a punto de terminar.

Les puedo decir que estos retos me han dado grandes satisfacciones y muchos momentos de aprendizaje: he pasado 30 días sin redes sociales, escrito haikus, reflexionado sobre mis películas favoritas, contabilizado los momentos felices del día, analizado las lecciones aprendidas, he tenido palabras de agradecimiento, me he ejercitado…

Pero con ellos he aprendido que se requiere – fuerza de voluntad y disciplina – para comenzar algo y mantenerlo durante un tiempo determinado.

El reto de 30 días de abril de 2020 – un mes que, al menos en México, deberemos pasar en aislamiento social para detener el proceso de contagio epidemiológico – será sobre las lecciones diarias que nos deja tener que renunciar a todo por el bien común.

Normalmente damos por hecho el poder salir a la calle, reunirnos con la gente, abrazar a nuestros amigos, tocarnos, tener un ingreso y un trabajo seguro. Todo eso está suspendido «hasta nuevo aviso». Por la salud de la Humanidad.

La mecánica para el siguiente reto es la siguiente:

Durante todo el mes de abril debo escribir un aprendizaje o una reflexión – pueden ser más, claro – que me haya dejado cada uno de sus días.

Así de sencillo.

Espero que se animen a participar. Y ya saben que pueden publicar sus experiencias sobre el tema en sus redes sociales con los #´s: #HerAgo #RetoHAAbr2020 #QuédateEnCasa

Dicen que el Heroísmo está agonizante. Yo digo que no. Por una vez, todos podemos ser héroes – y ni siquiera tenemos que salir de casa.

¿Cómo ven? ¿Le entran? Vamos. Anímense. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Veremos.

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