Un joven jardinero persa le dice a su príncipe:
«¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan».
El bondadoso príncipe le presta sus caballos para que escape de la muerte. Por la tarde, el joven monarca encuentra a la Muerte y la encara preguntando:
«¿Por qué hiciste un gesto de amenaza a nuestro jardinero esta mañana?»
«No fue uno de amenaza, – contesta – más bien fue un gesto de sorpresa. Lo encontré lejos de dónde debía hallarlo. Esta noche debo llevarlo en Ispahan».
Texto de Jean Cocteau, poeta francés.