La Cita del Viernes XXI
Mark Haddon sobre lo complicado que son los adultos y el trabajo que cuesta comprenderles. De su libro El curioso incidente del perro a medianoche.
«Algunas veces nos ponemos tristes sobre algo y no le decimos a la gente que estamos tristes. Nos gusta mantener el secreto. Algunas otras veces, estamos tristes pero en realidad no sabemos porqué, así que decimos que no estamos tristes, pero en realidad si lo estamos».
«La gente me provoca confusión. Eso me pasa por dos razones principales. La primera razón principal es que la gente habla mucho sin utilizar ninguna palabra.
Siobhan dice que si uno arquea una ceja puede querer decir montones de cosas distintas. Puede significar “quiero tener relaciones sexuales contigo” y también puede querer decir “creo que lo que acabas de decir es una estupidez”.
Siobhan también dice que si cierras la boca y expeles aire con fuerza por la nariz puede significar que estás relajado, o que estás aburrido o que estás enfadado, y todo depende de cuánto aire te salga por la nariz y con qué rapidez y de qué forma tenga tu boca cuando lo hagas y de cómo estés sentado y de lo que hayas dicho justo antes y de cientos de otras cosas que son demasiado complicadas para entenderlas en sólo unos segundos.
La segunda razón principal es que la gente con frecuencia utiliza metáforas. Ha aquí ejemplos de metáforas: Se murió de risa. Era la niña de sus ojos. Tenían un cadáver en el armario. Pasamos un día de mil demonios. Tiene la cabeza llena de pájaros.
La palabra metáfora significa llevar algo de un sitio a otro, y viene de las palabras griegas meta (que significa de un sitio a otro) y ferein (que significa llevar), y es cuando uno describe algo usando una palabra que no es literalmente lo que describe. Es decir, que la palabra metáfora es una metáfora. Yo creo que debería llamarse mentira porque no hay días de mil demonios y la gente no tiene cadáveres en los armarios.
… Ahora cuando no sé que me está diciendo alguien, le pregunto qué quiere decir o me marcho.»
